Madres raperas de la escuela pública de MIRIBILLA contra la exclusión y por la diversidad.
Un grupo de madres de la escuela pública Miribilla de Bilbao ha grabado un rap para denunciar el estigma y exclusión de su colegio, mostrar la riqueza que atesoran sus aulas y exigir a las instituciones vascas una educación de calidad y que garantice la igualdad de oportunidades para su alumnado. La intrépida aventura musical de las raperas de Miribilla comenzó hace más de un año cuando varias madres de la asociación Miribillako Gurasoak comenzaron a escribir, junto al músico Hugo Estébanez López, la letra de una canción para dar a conocer la realidad de su centro. Después llegaron los ensayos y, por fin, la grabación de la canción con Jokin Otsoa Iriondo sobre una base musical de Beard Skull Beats y el vídeo producido y postproducido por Jon Amorrortu.
Bilboko Miribilla-ko eskola publikoko ama talde
batek rap bat grabatu du eskolako deshorea eta baztertzea salatzeko, bertako
gelek duten ondasuna guztion begi bistan ipintzeko eta Euskal Erakundeei bai kalitatezko heziketa zein ikasleen
berdintasun aukera bermatzeko eskaera egiteko.
Abentura ausart honi duela urte bete baino gehiago eman
zitzaion hasiera "Miribillako Gurasoak" elkarteko ama batzuk, eskolako
errealitatea ezagutzera emateko asmoarekin Hugo
Estebanez Lopez musikariaren ondoan abesti baten letra idazten hasi zirenean.
Gero entsaioak iritsi ziren, eta azkenik Jokin Otsoa Iriondo-rekin kantaren grabaketa Beard Skull Beats-en musika oinarriarekin eta
Jon Amorrotuk produzitu eta postproduziduta.
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Interesante artículo basado en publicación de...
GUÍA INFANTIL
Forzar el aprendizaje de tu hijo o hija
sólo le provoca sufrimiento
Tenemos esa dichosa manía de comparar. Y de exigir lo que otros u otras son capaces de lograr. Pero no nos damos cuenta de
que en el aprendizaje, cada uno y cada una sigue su ritmo, y que lo importante al final no es el comienzo, ni siquiera
el camino, sino la meta final.
Un importante filólogo
y neurocientífico, Francisco Mora, advierte a padres y madres (y por extensión al profesorado) del error que cometen
al exigir a su hijo cierta "velocidad" en su desarrollo. Al final, forzar el
aprendizaje de tu hijo o hija sólo le provoca sufrimiento.
Por qué no debes forzar el
aprendizaje de tu hijo
Todo lo que el niño o niña aprende queda ahí, no se pierde, aún cuando parezca que el aprendizaje no ha
dado sus frutos. "Nadie que aprenda algo nuevo ahora tendrá el mismo cerebro
mañana", asegura Francisco Mora, un famoso neurocientífico y profesor en
filología.
El cerebro está
formado por diferentes áreas. Y no todas aprenden de la misma manera. Ni
todos los niños llevan un mismo ritmo de aprendizaje. La ciencia
ha conseguido averiguar que no todas las zonas del cerebro están preparadas
para aprender al mismo tiempo y que ningún niño tiene el mismo ritmo de
maduración. Ha demostrado, por ejemplo, que en realidad el cerebro no está
preparado para aprender a leer y escribir antes de los 7 años.
Lo peor de todo es cuando en el colegio o
dentro del hogar, se exige a un niño o niña un ritmo de aprendizaje al
que no puede llegar. Es como cuando intentas arrancar un vehículo
sin combustible...una pérdida de tiempo.
Francisco Mora asegura que lo único que conseguimos "apretando" a un niño o niña para que
aprenda cuando su cerebro aún no está preparado es sufrimiento. Estas
son las terribles consecuencias de intentar forzar el aprendizaje de
un niño o niña:
- Frustración. No hay nada más frustrante que aquello que se intenta una y otra vez y no se consigue.
Imagina que te exigen hacer una voltereta mortal en un día. No estás preparado
para ello, y además
debes ponerte en forma antes. Pero no te dan ese
tiempo... tiene que ser ya, ahora... Es lo que un niño o niña siente cuando le exigen
un objetivo al que se ve incapaz de llegar en el tiempo concedido.
- Baja autoestima. Al verse "incapaz" de llegar a donde otros niños y niñas sí
son capaces de llegar, el niño o la niña pensará que es su problema, que "no es tan
habilidoso-a como el resto" y, finalmente, terminará por sentirse inferior a los
demás, lo que representa una auténtica bomba para
su autoestima.
- Desilusión. La clave del aprendizaje tal vez esté en la
curiosidad. Si un docente es capaz de despertar curiosidad por algo nuevo en
sus alumnos, conseguirá su atención. El filólogo y neurocientífico pone un
curioso ejemplo: "si de pronto en una clase pasa por detrás de un profesor una
jirafa, todos prestarán atención a la jirafa, porque es una novedad que
despertará de forma inmediata curiosidad y, por tanto, se hará dueña de toda la
atención de los niños". Cuando un niño o niña no está preparado para recibir cierta
información, o hacer determinada tarea, no podrá prestar atención, y poco a
poco, perderá la ilusión por aprender.
- Problemas emocionales. Aunque tendemos a pensar que el cerebro es
racional, eso no es cierto. De hecho, el
cerebro es también el hogar de todas las emociones. El cerebro necesita
emocionarse para aprender. Sin emociones, no hay aprendizaje. Si fuerzas a tu
hijo o hija y le exiges una madurez para la que aún no está preparado, será incapaz de
gestionar ciertas emociones que irán implícitas y llegarán, seguramente, como
un torrente que no pueda parar.
- Problemas de comportamiento. Algunas veces, los niños y niñas con problemas de comportamiento es
clase simplemente están desmotivados. No les interesa la clase, no prestan
atención porque ya han asumido que no llegarán al objetivo que les exigen.
No siempre los niños y niñas que aprenden antes son los
más listos o listas de la clase ni los o las que aprenden más lentos-as son los más tontos-as. Ni es más listo-a quien empieza a hablar antes o camina con sólo diez meses. No importa el ritmo de aprendizaje: importa si se consigue al final el
aprendizaje, el cómo se utilizan las herramientas aprendidas al final del
trayecto.
Cuáles son las claves en el aprendizaje
de los niños
La solución pasa por un cambio
radical en la concepción de la educación, en no tratar a un individuo como un todo, sino a cada niño o niña de forma individual, prestando especial
atención en cada uno de sus potenciales y a su particular ritmo de maduración.
Y como no, utilizar las herramientas que motivan y sacan de su "letargo" al
cerebro:
1. Imágenes. La neurociencia ha demostrado que el cerebro, ante una charla de un
profesor o profesora, por muy interesante que sea, termina por desconectar. Sin embargo,
las imágenes captan el interés de un niño con mucha más facilidad. El
aprendizaje debería estar basado en imágenes, y no tanto en palabras.
2. Buscar emocionar a los alumnos. La motivación llega de la mano de las emociones. La curiosidad, también, y con ella, la
atención. Para aprender hay que emocionarse y es algo que deberían tener en
cuenta a diario todos los docentes.
3. Más trabajos en equipos. No sólo por los beneficios que aportan a nivel de
valores, sino porque trabajar en equipo estimula el cerebro y todas las áreas
de aprendizaje.
4. Utilizar las nuevas tecnologías
como aliados. Las nuevas tecnologías
no son enemigos del aprendizaje. De hecho, pueden ser grandes aliados. A los
niños y niñas les encanta el lenguaje visual e interactivo de las nuevas tecnologías.
¡Utilicémoslas!
5. Más deporte y más juegos. El juego es un motor para el aprendizaje. El deporte, también. ¿Sabes por qué? Porque
mantienen a un niño emocionado, excitado, divertido y sobre todo,
atento.
6. Más contacto con la Naturaleza. En Japón los alumnos y alumnas tienen una asignatura
obligatoria que se llama "Observación de la Naturaleza". Los niños y niñas salen al
campo con su libreta y observan todo lo que ven. Les ayuda a pensar, sacar
conclusiones y desarrollar su capacidad deductiva. Nada como el trabajo de
campo para aprender de primera mano ciertos conocimientos.
7. Descansar bien. El cerebro necesita descansar. Si se sobreestimula
a un niño o niña y al final no descansa las horas que debe, no podrá rendir al día
siguiente. Lógico.
No fuerces a tu hijo o hija a
leer o a escribir antes de tiempo si no está preparado. No le exijas ciertas
habilidades psicomotrices si aún no muestra la destreza necesaria. Las habilidades se
adquieren lentamente, pero de forma segura. Confía en tu hijo o hija y verás como al
final, con el tiempo, las semillas darán su fruto.
Eskerrik asko a la ama que nos lo dio a conocer y sugirió que tomáramos nota.
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